Hay un momento al comenzar el anochecer en el que reina el silencio. Entonces, se siente tan de cerca la calma que crea expectación. Es el momento de cerrar los ojos y abrirse para empezar a notar el susurro del viento que sale del bosque para ulular en el alma. Es la oscuridad natural que libera. La "enlatada" me asfixia. Por eso, por favor, deja unas rendijas para que entre la luz.

jueves, 17 de abril de 2008

LOS PÍXELES DE LA VIDA


Una conexión que tarda milenios,
los músculos de encima de las paletillas tirando hacia el abismo frenético, obsesivo, alienante, de una pantalla en blanco: la de su vida,
cargándose desesperadamente parsimoniosa,
insoportablemente lenta porque la desesperanza no transige con las prórrogas;

un escarnio de su histerismo contenido, que parece decirle "en una historia de píxeles tú no importas en absoluto"; da lo mismo de píxeles que de cualquier otra cosa. Pura insignificancia.

Pero, al final, ahí aparece;
Está terminando de escribir para aplacar su ira -concepto terapeútico de la escritura-,cuando surge burlona.

Hay pantallas que se conforman cuando les sale de los mismísimos píxeles.

6 comentarios:

Eli dijo...

Pero siempre necesita de esos píxeles para poder ser....
Magnifico, como de costumbre.
Un beso.

PD: hoy le quitaron los puntos a Ignacio. Esta estrenando una fea cicatriz y unas preciosas gafas nuevas.

Anónimo dijo...

Esto es una verdadera joya. Enhorabuena.

ESCRIBIENTE dijo...

Gracias, Eli. ¡Qué sería de mis letras sin tí¡

La cicatriz de Ignacio dejará de ser fea para convertirse en inapreciable y tener que buscársela ante el espejo cuando la quiera esgrimir como "herida de guerra" de la infancia.

ESCRIBIENTE dijo...

¡Qué alegría, tus palabras¡
-que no se entere mi vanidad; a estas horas suele estar dormida-
Muchas gracias.

Moriah dijo...

Yo creo que tengo la pantalla estropeada, da igual el software que cargue, el hardware caput. :)))

Un beso.

ESCRIBIENTE dijo...

También me pasa a mí, Elbereth; y entonces me dan unas ganas locas de coger el ordenador entero y tirarlo por la ventana.....

Pero si lo hago añicos : ¿dónde te iba a encontrar?

Besos.