Hay un momento al comenzar el anochecer en el que reina el silencio. Entonces, se siente tan de cerca la calma que crea expectación. Es el momento de cerrar los ojos y abrirse para empezar a notar el susurro del viento que sale del bosque para ulular en el alma. Es la oscuridad natural que libera. La "enlatada" me asfixia. Por eso, por favor, deja unas rendijas para que entre la luz.

domingo, 15 de mayo de 2011

EN SINCRONÍA CON TODOS LOS LATIDOS



Las sugerencias y los pensamientos negativos no la triturarían nunca más.
Sabía que existía un remedio para neutralizarlos porque a veces lo lograba desde lo más profundo de su corazón.

Tenía que ver con sentirse un eslabón en un engranaje...Un pequeño guijarro en un camino..También lo notaba al mirar a las estrellas y apreciar que su pasta y el polvo estelar tal vez hubieran salido del mismo mortero...

Buscaba un antídoto que neutralizara las redes de lo negativo y había empezado por escrutar los rincones de su planeta. Pero estaba dispuesta a revisar los de cualquier planeta, de cualquier sistema solar, de cualquier galaxia...

No le iba a derrotar lo esforzado, casi titánico, de su misión..Sólo sentiría lo positivo, ese calor que se te instala en la boca del estómago para a renglón seguido olvidar tu corporeidad y sentirte sólo uno con una conciencia universal.

Sería su gasolina por mucho que a veces le pareciera imposible encontrar un lugar para repostar. Sólo tendría que agarrarse a esa bola de calor que bombeaba en sincronía con todos los latidos de la materia, viva o inanimada. Buscaría a ese compás.