Hay un momento al comenzar el anochecer en el que reina el silencio. Entonces, se siente tan de cerca la calma que crea expectación. Es el momento de cerrar los ojos y abrirse para empezar a notar el susurro del viento que sale del bosque para ulular en el alma. Es la oscuridad natural que libera. La "enlatada" me asfixia. Por eso, por favor, deja unas rendijas para que entre la luz.

sábado, 5 de abril de 2008

CARTOGRAFÍA CARNAL


Era una sensación de estar fraccionada: como si el cuerpo corriera detrás del espíritu en un intento fracasado de darle alcance. Se había sentido así de desbocada y lo achacaba al derroche primaveral. Todo brotaba desenfrenado: tierno, fresco, rebosante, como los brotes del abedul, lechosos, igual que su corteza de papel. Era una fertilidad extenuante.

Se tumbó cerrando los ojos y buscó la inmovilidad. Le gustaba , en la quietud absoluta, discernir los sonidos del entorno: las únicas vibraciones en aquella paralización reconfortante, hasta que ¡zas¡: asida a las alas de una de aquellas ondas se volvió mariposa.

Reconocía desde afuera aquel cuerpo tumbado que era el suyo. No extrañaba ninguno de los accidentes de aquella cartografía carnal: la manera en que dobladan sus largas manos, cómo se le revolvía el pelo o hundía la barbilla. Sabía que aquella orografía la había modelado en lo invisible.

Pero recordó lo que le había ocurrido: entre sueños, cuando la vigilia se quiere abrir un hueco, al despertar, no había recordado su aspecto. Fue una sensación extraña: sabía que era ella pero confundía su apariencia; llegó incluso a pensar que el suyo era un envoltorio masculino; y quizá, un día lo fue.

Y mañana se disolverá, tal vez en un exceso primaveral o acaso en la espera invernal. Entonces sus átomos y moléculas se volverán árbol, agua, aire, y cuando él los mire, ella, desde su nueva figura, le seguirá queriendo, porque el amor no es pasto de gusanos.

8 comentarios:

Unknown dijo...

That's an amazing picture, spot on!

ESCRIBIENTE dijo...

Birdman, la imagen la encontré en la red; pero no recuerdo el lugar.

Es impactante, por su fuerza, por su nitidez; dan unas ganas tremendas de mojarte.

Creo, por lo poco que entiendo de tu web, que sueñas con las olas.

Moriah dijo...

Ojala pudiera transformarme y convertirme en otro ser...aunque fuera por unos segundos, por un sueño. Pero claro, un ser más feliz...

Yo también creo que hay cierta clase de amor que no es pasto de los gusanos. Bueno, mejor dicho, quiero creer que no lo es.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, sobre todo con la última línea. Me gusta tu manera de escribir. De momento la conozco en primavera, esperaré pacientemente y disfrutándola hasta que llegue el verano.

Eli dijo...

Claro que la seguirá queriendo, porque el envoltorio no hace al amor. El amor está en el aire, en el sol, en el viento, en el agua y en todo lo que se puede ver, oler, tocar,sentir, degustar, percibir y hasta adivinar.
Es precioso!!!

ESCRIBIENTE dijo...

Si te transformaras en otro ser dejarías de ser "la gran Elbereth" y sería una pérdida irrecuperable, sobre todo, para los que disfrutamos de tu creatividad, ¡ que ya no sería tuya¡

ESCRIBIENTE dijo...

Gracias llueverevolución por tu magnífica disposición. ¡Yo sí que disfruto de tu escritura¡

ESCRIBIENTE dijo...

¡Eli, mi magnífica hada madrina¡
Me siento privilegiada con tu presencia. Gracias y besos¡