Hay un momento al comenzar el anochecer en el que reina el silencio. Entonces, se siente tan de cerca la calma que crea expectación. Es el momento de cerrar los ojos y abrirse para empezar a notar el susurro del viento que sale del bosque para ulular en el alma. Es la oscuridad natural que libera. La "enlatada" me asfixia. Por eso, por favor, deja unas rendijas para que entre la luz.

domingo, 3 de junio de 2012

LA REALIDAD DE LOS MULTIVERSOS



¿Dónde has estado? ¿Dónde? Se lo preguntaba como si de repente hubiera caído a eso que llaman realidad. Incluso se veía un aspecto físico diferente. Una belleza doliente con huellas de algo especialmente profundo y no sabía si reir o llorar. Se perdió en una mueca confusa entre el comienzo de una sonrisa y el final de un sollozo.
 
Llevaba días descolocada y no le sorprendió tampoco aquello. Tenía la corazonada de haberse empezado a instalar en un medio extraño. No porque tuviera pruebas palpables de algo; precisamente la brutal ausencia de cualquier indicio la estaba desterrando a aquel estadio ausente. Ausente de lo empírico y demostrable.

Pero las sensaciones de estar viviendo algo eran mucho mayores y sobre todo, intesamente más reales. En el universo que le había tocado apenas tuvo un lugar. Y el dolor de ese destierro le había llevado en multitud de ocasiones a gritar ayuda en un desatado silencio, para no sentirse tan desatendida, tan desangelada, tan ignorada e inexistente.

Y en aquellos arrebatos de incomprensión, sólo se había empezado a sentir aliviada por esas otras dimensiones. Tan intangibles como consoladoras..Tan incomprensibles como cercanas.....

Volvía a tener la sensación de que los universos eran múltiples y que por alguna extraña razón los vínculos que le reconfortaban estaban más en otros que en este... Quizá su inseparable sensación de falta de lugar, nunca fue subjetiva, sino radicalmente objetiva y explicable. Una constatación de una teoría de los multiversos también existencial.