Hay un momento al comenzar el anochecer en el que reina el silencio. Entonces, se siente tan de cerca la calma que crea expectación. Es el momento de cerrar los ojos y abrirse para empezar a notar el susurro del viento que sale del bosque para ulular en el alma. Es la oscuridad natural que libera. La "enlatada" me asfixia. Por eso, por favor, deja unas rendijas para que entre la luz.

domingo, 12 de octubre de 2008

VIVIR CON MIEDO


Llevaba un rato con los ojos empañados por las lágrimas y el miedo en el diafragma tirándole de los hombros hacia ese encogimiento que le provocaba el pánico.

Era un temor existencial que lo desataban múltiples causas posibles aunque si hubiera que agruparlas en un mueble clasificador irían al cajón de "pavor a la pérdida".

Pero últimamente, más que lo doloroso que pudiera llegar a ser ese sentimiento, le preocupaba su ralea, y sabía , aunque se hiciera la despistada, que la catadura de aquella emoción no era pura, noble, transparente. Y le dio miedo saberse tan egoísta porque el miedo a la pérdida, no era por lo perdido sino por ella misma, porque habiendo perdido lo perdido acabaría sintiéndose perdida, sin referentes, sin hitos de ubicación existencial. Y estaba harta de sentir otra vez, una enésima vez más, que el problema era sólo ella.

Entonces recordó unas palabras: "Todos tenemos una misión en este mundo; independientemente de que la cumplamos o no, existe". "Quizá tu misión sea aprender a vivir con miedo".

Y le explicó que probablemente ese miedo no sólo era el suyo, sino el de otros, de existencias anteriores que acabaron desembocando en la suya. Entonces, empezó a darle otro sentido a sus emociones porque si avanzaba en el aprendizaje de vivir con miedo, algún día, alguien se beneficiaría de sus adelantos. Acaso, pero esa posibilidad era ya un acicate para darse sentido.

1 comentario:

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

El miedo a la pérdida es siempre un miedo egoísta.

Todos debemos aprender a vivir con el miedo y, también, debemos aprender a enfrentarnos a esos miedos. En el proceso, seguro, creceremos.

Besos