Hay un momento al comenzar el anochecer en el que reina el silencio. Entonces, se siente tan de cerca la calma que crea expectación. Es el momento de cerrar los ojos y abrirse para empezar a notar el susurro del viento que sale del bosque para ulular en el alma. Es la oscuridad natural que libera. La "enlatada" me asfixia. Por eso, por favor, deja unas rendijas para que entre la luz.

lunes, 2 de junio de 2008

LA INCAPACIDAD DE ABANDONAR EL NIDO


Habían hecho de aquella situación un nido entretejido
en el que cada rama había perdido su individualidad disolviéndose en el resto.....

Con una sola cabeza, un sólo corazón; hacían creer que también una sola alma.....

Aquel estado coral le exasperaba.....
Siempre el pronombre personal de primera personal del plural,
para sus ilusiones, esperanzas, frustraciones, miedos.....: imposible de creer y asumir. Pura patología.

Ella les había cortado las alas a sus polluelos; y ellos, se las dejaban seguir cercenando, incluso se lo pedían, acostumbrados a recibir el calor de su plumaje, que los volvía "fuertes" y capaces de entonar al unísono un único trino.

Y como hay corazones que vuelven la necesidad virtud, solían vanagloriarse de aquella inmadurez comunal y se la restregaban cuando se esforzaba por ser ella misma y se negaba a convertirse en una rama más de aquel nido castrante que mutilaba alas para disfrazar de seguridad colectiva las más tambaleantes inseguridades individuales.

4 comentarios:

Moriah dijo...

¿Hay amores que matan? o en realidad... somos nosotros los que nos dejamos matar, o asfixiar, o encarcelar.

Muchos prefieren la comodidad, la seguridad protectora. Quizá ella no cortaba ningún ala, que como tu muy bien dices, ellos no quisieran.

Tiempo, quizá solo necesiten un poco más de tiempo. Y entiendan que volar del nido es VIVIR.

Un fuerte abrazo.

Redeyes dijo...

Uno empieza a morir, yo creo, cuando renuncia a la libertad. Saludos

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

Hay amores que, de tanto amar, te ahogan, te asfixian y te acaban. Bien está cuidar y proteger pero hay quien se pasa y se va a extremos.

Besos

ESCRIBIENTE dijo...

Hay gente que prefiere dejarse asfixiar y responsabilizar a quien le oprime, antes de ejercer su libertad.
Gracias por tu comentario, Elbereth. Un beso muy fuere.

Es precisamente lo que tú dices, Isaac. Una buena apreciación:la renuncia a la libertad como comienzo de la muerte. Hay, no obstante, bastantes zombis vivientes. Un fuerte abrazo.

Es cierto, Nanny: la desproporción puede adulterar un sentimiento en principio noble y limpio. Gracias por tu visita. Besos.