Hay un momento al comenzar el anochecer en el que reina el silencio. Entonces, se siente tan de cerca la calma que crea expectación. Es el momento de cerrar los ojos y abrirse para empezar a notar el susurro del viento que sale del bosque para ulular en el alma. Es la oscuridad natural que libera. La "enlatada" me asfixia. Por eso, por favor, deja unas rendijas para que entre la luz.

viernes, 25 de enero de 2013

DOLOR DE HUMO




El punteo de la guitarra en  la boca del estómago.
Ahí se trasladaban sus células auditivas
con las pasiones sin remedio..

Era la única manera de hacerse
con una brújula
sin puntos cardinales.

Deambulaba
como una sonrisa a la nada.
Queriendo sentir el límite como una orilla.

Y se imaginó en un vuelo
removiendo el aire
para aflojar grilletes
en el camino.

Quiso soñar
que aquel dolor
 era humo
y despertó
soplando y soplando.


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