Hay un momento al comenzar el anochecer en el que reina el silencio. Entonces, se siente tan de cerca la calma que crea expectación. Es el momento de cerrar los ojos y abrirse para empezar a notar el susurro del viento que sale del bosque para ulular en el alma. Es la oscuridad natural que libera. La "enlatada" me asfixia. Por eso, por favor, deja unas rendijas para que entre la luz.

viernes, 6 de junio de 2008

COMO UN PUENTE SIN RÍO




Se sentía "un puente viejo con cataratas de hiedra" en sus ojos; sólo transitado por los ancianos, los días de sol, y los enamorados, las tardes de buen tiempo. Al lado, el trajín de la vida, se lo llevaba el puente nuevo.

Se lo había contado y también escrito, pero esta vez, al verlo, sintió que tenía poco de nexo; que ya no era siquiera un viejo puente, sino tristemente un montón de piedras a la deriva.

Le habían dado en la columna maestra y , sin punto de apoyo, se lo llevaba la corriente del dolor. Ella, que tantas veces, le había acompañado a cruzar pasarelas y vadear avenidas se había convertido en un cofre de cenizas.

Le engullía su terrible ausencia y no paraba de mencionarla, recordarla, anhelarla....Se había encadenado al pasado y le destruía; intentaba mirar al futuro y le aniquilaba; en el presente se consumía...

Hasta hace nada, aunque viejo, se sentía puente; un vínculo entre dos orillas, principio y fin...antes y después....Pero ¿de qué? -se preguntaba ahora-

Con ella, habían desaparecido el qué, el quién, el cuándo, el para qué.....Sòlo quedaba el cómo.....Y el adverbio lo estaba transformando en un pretil y unos arcos y unas vigas y un empedrado....completamente bombardeados, pulverizados, masacrados.

Hay pérdidas que arrastran y anegan pero un puente inundado no sirve para nada. Para salvar el agua hay que volverse aéreo aunque el sufrimiento pese; y quienes lo han tenido en brazos saben que son toneladas.

lunes, 2 de junio de 2008

LA INCAPACIDAD DE ABANDONAR EL NIDO


Habían hecho de aquella situación un nido entretejido
en el que cada rama había perdido su individualidad disolviéndose en el resto.....

Con una sola cabeza, un sólo corazón; hacían creer que también una sola alma.....

Aquel estado coral le exasperaba.....
Siempre el pronombre personal de primera personal del plural,
para sus ilusiones, esperanzas, frustraciones, miedos.....: imposible de creer y asumir. Pura patología.

Ella les había cortado las alas a sus polluelos; y ellos, se las dejaban seguir cercenando, incluso se lo pedían, acostumbrados a recibir el calor de su plumaje, que los volvía "fuertes" y capaces de entonar al unísono un único trino.

Y como hay corazones que vuelven la necesidad virtud, solían vanagloriarse de aquella inmadurez comunal y se la restregaban cuando se esforzaba por ser ella misma y se negaba a convertirse en una rama más de aquel nido castrante que mutilaba alas para disfrazar de seguridad colectiva las más tambaleantes inseguridades individuales.